Había una vez una diosa llamada Saray, es una diosa con
fuerza. Nació el sábado 18 de julio del 1790.
Sus padres son Helena y Perseo, pero vivieron una
tragedia. Su madre murió cuando tenía 4 años y, el padre se puso muy triste. Cuando
Saray cumplió los 7 años, su padre la llevó a la tumba de su madre, cuando
llegaron la abrieron y Saray la abrazó y una luz muy brillante iluminó a la
madre y se levantó. Saray se puso muy feliz y después se fueron a casa.
Años más tarde, Saray cumplió los 20 años y le dijo a su padre que quería enfrentarse a Ares. Su padre le dejó hacerlo, pero con la condición de que primero fuera a por Medusa. Saray llegó a la cueva de Medusa, cogió su espada y consiguió su cabeza, después fue al pueblo y les dijo que no sacrifiquen a la princesa, pues Medusa los obligó. Salió el KraKen y Saray cogió la cabeza de Medusa, se la mostró y se convirtió en estatua, además Ares que pasaba por allí también miró y pereció al igual que el Kraken.
Al final los dos enemigos fueron encerrados en el Tártaro y desde ese día pusieron una estatua de Saray por librar al mundo del mal.
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