Restia, la joven de las serpientes

Una joven mujer encontró a una niña en un árbol, ella pensó que era una niña normal y la adoptó. Cuando creció la joven descubrió sus poderes, porque un día cuando estaba durmiendo una diosa que se llamaba Hera, le contó que ella era la hija de Zeus y le reveló su origen.

“Hacía mucho tiempo existía una diosa que murió en una larga batalla y despertó en otro mundo sin recuerdos”. Restia era su nombre y estaba en su jardín. Encontró una serpiente muy pequeña y se hicieron amigas.

Un día la diosa Hera volvió y le dijo que necesitaban su ayuda. Esta diosa aceptó y Hera le dijo que debía derrotar a Cerbero, el perro guardián del inframundo. Ella aceptó con una condición, que la dejen en este mundo y Hera asintió con la cabeza.

Las dos fueron transportadas al Olimpo, le dieron escudos y armas para su batalla en el inframundo. Allí apareció Cerbero y fue una batalla dura, pero Restia ganó, cogió un diente de Cerbero y se lo dio a Zeus. Hera la mandó de vuelta y Restia junto con la serpiente fueron felices para siempre. 

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